Aún existe desazón tras los hechos de violencia y horror que se apoderaron del fútbol mexicano el pasado 5 de febrero y que, según reportaron las autoridades de Querétaro, culminaron con 22 heridos y 9 hospitalizados (2 de gravedad), tras los incidentes en el partido que disputaban los Gallos Blancos de Querétaro y los Zorros de Atlas, por la novena jornada de la Liga MX en México.
Caos que se manifestó en el minuto 60’ del segundo tiempo del partido, en donde los hinchas de la barra brava del Querétaro, los autodenominados La Resistencia, llegaron al sector de la barra visitante, forzando las diferentes puertas de acceso para agredir a la barra brava de Atlas, la Barra 51, y a casi cualquier espectador que vistiera la camiseta del equipo rival.
Hechos que aún causan mucha confusión, sobre todo porque las autoridades oficiales han informado de un número de herido pero descartando la existencia de muertos tras los incidentes pero, medios de comunicación locales por el contrario, han informado de la muerte de por lo menos 17 personas, sumado a publicaciones que rondan en Twitter que aportarían datos de por lo menos 32 muertos y otros tantos desaparecidos por parte de los hinchas de Atlas.
Violencia que no es ajena para el fútbol mexicano y menos para estos dos equipos que cuentan con antecedentes previos de riñas que se remontan a los años 2007, cuando se enfrentaron con victoria para Atlas lo que significó el descenso del Querétaro; en 2010, en el primer partido tras el ascenso de los Gallos a la primera división y; en la octava fecha del campeonato de clausura de 2013, que terminó en un empate sin goles. Todos los partidos terminaron con serios incidentes a las afueras del estadio La Corregidora.
Un partido que para las autoridades no tiene fallecidos, como tampoco hay detenidos, pero que las víctimas han buscado visibilizar a través de redes sociales con el lema #SiHayMuertos, dando cuenta que a pesar de lo que dicen las autoridades, la realidad parece ser otra.
Imágenes de El Universal, Marca, CNN y Semana.
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