Por Moisés Inostroza
La aventura, la ruralidad, la fiesta y la cultura están presentes en una de las capitales más ardientes de este lado del mundo.
Cada vez que llega el verano, las calles de Santiago parecen botar fuego, y es que los días son más calurosos, los atardeceres mirando los imponentes cordones montañosos se convierten en un espectáculo impagable, y las vivencias de la bohemia capitalina vuelven a la gran Región Metropolitana chilena uno de los atractivos turísticos más recomendados del continente.
Así que, si piensas que es tu momento de visitar Santiago de Chile, no te arrepentirás al terminar de leer este artículo, y posiblemente cuando conozcas estos lugares, volverás a tu hogar contando nuevas historias.
Diversos espacios tanto naturales como urbanos, llenos de multiculturalidad, colores y chilenidad le ofrecen al turista nacional e internacional lo mejor de las costumbres, raíces y bondades de aquel lado del mundo. En entrevista con Carlos Sato, director subrogante del Servicio Nacional del Turismo de la Región Metropolitana recomendamos los cuatro diversos ambientes a los que te enfrentarás cuando llegues a la capital.
El llamado de la aventura
Comenzamos el viaje con una postal de Chile, la Cordillera de Los Andes y sus atractivos desafíos que con tan solo observarla te invita al deporte extremo en sus distintas estaciones y centros de montaña. El Cajón del Maipo está a un par de horas del centro de la capital, y a 900 metros sobre el nivel del mar, el rafting, el senderismo y el esquí son uno de los favorables panoramas que ofrece aquel ambiente. Pero no solo eso, sino que muchas áreas naturales embellecen aún más la actividad, ya que aquí también se encuentra la Reserva Nacional del Río Clarillo, en donde su propio curso de agua refresca los bellos paisajes. Lugar idóneo para acampar, pasar un día o más, y también para darle espacio a las vacaciones de real descanso en los Baños Morales, en donde un pueblo rodeado de montañas y ríos te recibirá con unas relajantes termas.
En la cordillera hay muchísimo por recorrer, y lo positivo de esto es que tiene muchos lugares en donde hospedarse. Una recomendación para vivir estas vacaciones se encuentra en la Cascada de las Ánimas, en donde el ecoturismo predomina especialmente con su espléndida catarata. Puedes hacerte una idea en www.cascadadelasanimas.cl
Del valle al campo
“Bajamos al valle vitivinícola, en donde nos encontramos con 40 viñas abiertas al turismo, rutas turísticas y degustación de vinos, y aquí es donde destacamos por nuestra calidad de este brebaje” señala el especialista, invitándote a conocer el Valle de Maipo.
En Chile, la zona del valle se identifica con las costumbres de la chilenidad, el campo y sus comidas típicas. Tan solo toma la fotografía mental y transpórtate a un glorioso atardecer rodeado de verde, con una copa de vino en tu mano, disfrutando el agradable clima veraniego. La imagen que estás viendo en estos momentos, mejora cuando se te presentan los deliciosos platos chilenos que deslumbran con colores y sabores: el pastel de choclo, las empanadas de pino de carne, cazuela, y asado.
Existen dos zonas que destacan para conocer el Chile rural, una es Pomaire, que parece ser un pueblo inhóspito, pero que cambia a medida que caminamos por sus calles. La cultura alfarera está presente en este recóndito lugar de la capital, y se puede ver en la gran feria de jarrones, alcancías, y artesanías de greda o arcilla.
También, en dirección hacia la costa del país, se encuentra Curacaví, una zona agrícola que te deslumbrará con sus dulces chilenos.
La capital chilena
Si bien es cierto, es conocida mundialmente como Santiago, este nombre es original de una de las tantas ciudades de la Región Metropolitana de Chile, pero ya en la urbanización, las luces, la música y la fiesta te llevarán a otro ambiente. Grandes plazas y parques públicos deslumbran a los turistas que se fotografían en los coloridos y bohemios lugares como el Barrio Italia, en donde una larga alameda de bares y pubs te invitarán a conocer los buenos tragos, la cocina internacional, y el carrete o fiesta chilena.
El turismo urbano también se encuentra en el Barrio Lastarria, Ñuñoa o Bellavista, y predominan los restaurantes con gastronomía principalmente italiana, mexicana, árabe, japonesa, estadounidense y por supuesto chilena. Panoramas en esta zona sí que no faltan, ya que los patios de comida vienen acompañados de música en vivo, y tragos de diversa índole, desde una fría y buena cerveza, hasta una tradicional piscola, preferida principalmente por el público más joven.
En Chile es conocido el concepto de “picadas” que muchas veces se vuelven los lugares favoritos por ser del pueblo o del ciudadano de a pie. Aquí, la comida chilena abunda al nivel de salir de los locales sin ganas de comer y beber más en todo el día, o como algún buen chileno te diría: “con el ombligo pa’ fuera”. Los imperdibles son “La Piojera” (www.lapiojera.cl), hogar del famoso trago tipo coctel “terremoto” que consiste en vino pipeño, helado de piña y granadina, tan dulce como peligroso al momento de levantarse de la silla. Así como también “El Hoyo” (www.emporioelhoyo.cl) en donde la picardía chilena brilla con uno de sus platos característicos: “La lengua en el hoyo” que consiste en ese músculo de la vaca acompañado con papas.
Cartos Sato además recomienda algunos otros lugares que serán de tu interés, tales como el Mercado Central “que destaca por su comida tradicional chilena con pescados y mariscos de alto nivel”, así como también el Barrio Franklin que tiene la característica de la comida internacional, además de ferias y galpones para turistear.
La cultura y el arte
Cerramos este viaje para los conocedores y amantes de la cultura, ya que, conociendo un poco de ella, también conoceremos un poco de la gente chilena. En el Centro Gabriela Mistral (GAM) entrarás a las actividades de teatro, danza, música y exposiciones que te maravillarán desde lo visual hasta lo auditivo. Su amplia biblioteca es la mejor excusa para echar a volar la creatividad e imaginación de los ávidos lectores que llegan a visitarla.
También, existe el Museo Interactivo Mirador (MIM) que está enfocado en que los niños puedan experimentar la ciencia y la naturaleza con entretenidos juegos y panoramas.
Por último, desde los distintos puntos de Santiago, se puede ver en una de las cimas de los cerros la Virgen María cuidando la capital. En la punta del Cerro San Cristobal, se aprecia todo lo anteriormente narrado, la cordillera, el valle, la urbe y la cultura. A este bellísimo punto se puede llegar en bus, teleférico, y si tienes tiempo y energía a pie.
Culmina este viaje llevándote un imán para tu refrigerador que te recuerde el hermoso paseo de Santiago en sus cuatro ambientes y cuéntale a tus cercanos la experiencia que viviste en la ardiente capital chilena.
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